lunes, 4 de agosto de 2014

HISTORIA DEL VINO

INTRODUCCIÓN.

El vino es una de las bebidas más antiguas que se conocen y podemos definirlo como una bebida alcohólica de baja graduación que es el resultado de la fermentación parcial o total del zumo de la uva, hablar sobre la historia del vino es como intentar vaciar el mar vaso a vaso...  Y es que dentro de su misma historia existen diversos pasajes que relacionan a esta bebida con una gran variedad de personajes, batallas y hasta con vinculaciones bíblicas.
Por su parte, la uva fue el gran comienzo de la era del vino, naturalmente esta fruta tiene la tendencia a fermentar, por lo que existe la creencia de que el vino es la primera bebida alcohólica de todos los tiempos. 
Me llama la atención las diferentes teorías acerca del origen del vino, una de ellas redacta que las cosas ocurrieron por accidente y el vino fue solamente producto de unas uvas olvidadas dentro de algún recipiente. La siguiente teoría y en lo personal, la que más me llama la atención es la que relata que todo surgió a partir del fuego, tal vez en primera instancia no se nota la relación, pues resulta que cuando nuestros antepasados empezaron a cocinar los alimentos ya con la ayuda del fuego, se vieron en la necesidad de acompañar sus alimentos con algo más dulce que simple agua. 
A través de estas líneas podremos aprender un poco más sobre la historia del vino.

DESARROLLO.

A lo largo de los siglos el vino ha sido considerado como símbolo de alegría y fiesta en civilizaciones como la antigua Grecia, Roma y en general en toda Europa. La importancia del vino no solo quedo en estas civilizaciones si no que trascendió a ser un símbolo de la religión, vale la pena recordar que el vino fue la bebida elegida por Jesús y en general por toda la Iglesia para representar la sangre de Cristo.
De una manera sorprendente me doy cuenta que según datos científicos, la vid (que es la planta de la que viene la uva) es una de las primeras plantas cultivadas, dicho esto, podemos decir que marcó gran importancia no solo para el vino si no para la historia de la humanidad, pues aunado a otros factores podemos decir que fue la pauta para la evolución del hombre: del recolector al cultivador.
El vino tuvo un efecto extraordinario en las más grandes civilizaciones, pues se dice que los egipcios enterraban a sus muertos con vasijas llenas de vino para poder atender a los invitados que pudiesen tener en el más allá. Por su parte los griegos además de comercializar este producto tanto como pudieron, solía ser atractivo para ellos por los efectos que provoca (embriagar). Los romanos, sin embargo con toda la inteligencia y capacidad que los caracterizaba lograban envejecer el vino hasta por veinte años puesto que sellaban sus ánforas con cera, en la misma escribían el año, el productor, el viñedo y hasta el tipo de uva con la que se había hecho.
Los romanos se convirtieron en un extraordinario productor y exportador de vino, sin embargo hubo una época en la que el emperador de ese entonces mando a levantar una gran cantidad de viñedos bajo el argumento que el estado necesitaba más trigo, para su mala suerte los viñedos que fueron destruidos producían la mejor bebida de toda Roma lo que causo que la economía fuera para abajo y, además dio paso a los nuevos productores de vino.
En el mediterráneo oriental se empezó a producir excesivamente, sin embargo, no tuvo tanto éxito debido a su mala calidad, se le adjudica este problema al tener viñedos dentro de los monasterios, pues como lo llegue a comentar antes, el vino fue y sigue siendo una parte muy importante para la iglesia.
Para el renacimiento el vino comenzó a retomar fuerza pero ahora en tierras españolas y con ayuda de los galeones el  vino llegó hasta a Sudamérica, específicamente a Perú, país que es considerado como el primero en América en tener un viñedo.
Fue a partir de España que el vino pudo llegar al nuevo mundo sin embargo un nuevo problema envolvía a la famosa bebida, y es que debido a la demanda del mercado los productores se veían en la necesidad de transportar su producto por medio de barcos lo que provocaba que el vino se añejara aún más, sin embargo no se tenía la suficiente capacidad para sellar de manera correcta las botellas por lo que volvía a bajar su calidad.
En el siglo XIX viene un personaje que en lo personal me sorprende encontrar en la historia del vino y es que Louis Pasteur se encargó de probar todos y cada uno de los procesos de fermentación igualmente sugirió la aplicación de calor a los vinos para evitar alteraciones, proceso conocido como pasteurización. Es por ello que Pasteur es conocido como el padre de la enología moderna además de la más bella definición: “el vino es la más sana y la más higiénica de las bebidas”




CONCLUSIÓN.

Para concluir este breve ensayo cabe resaltar la importancia del vino, una bebida que desde tiempos memorables está en nuestra sociedad como un pilar en cuanto a la forma de comer y beber se refiere.
Vale la pena estudiar todos y cada uno de los pasajes que esta bebida tuvo que pasar para poder llegar hasta donde está, y aunque parece algo gracioso el referirse al vino como si fuera una persona, en mi punto de vista tiene mucho que ver. Desde el principio sufrió gracias a la mano del hombre y también, gracias al hombre es que logro convertirse en la bebida más famosa de todo el mundo, entre sus altas y sus bajas el vino actualmente es una bebida que solo pocas personas pueden disfrutar de verdad.


    

FUENTES:
Luis Lechuga. (2009). Saber de vino. 3 Agosto 2014, de turismodevino Sitio web: http://turismodevino.com/saber-de-vino/historia-del-vino/
José Peñin. (2008). La Historia del Vino. España: S.L.U. ESPASA LIBROS.
Mauricio Wiesenthal y Oriol Segarra. (2003). La Cultura del Vino. España: Amat.

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